El día mas feliz de mi vida, mi casamiento en fotos

Eventos y recitales en Buenos Aires

Próximamente mas eventos. CANNIBAL CORPSE EN EL TEATRO VORTERIX 26 DE JUNIO

Seguidores

Aviso Importante

Este blog no apoya a la pirateria, el material expuesto en formato mp3 es solamente de caracter informativo, si te gusta lo que descargaste, por favor comprá el original.

TE AMO DEMASIADO MI VIDA HERMOSA


Death in June

5



In the summer
The fires come
In mid-summer
The fires burn

And everything disappears
And everybody hears

Kapitulation
Kapitulation
Kapitulation
Kapitulation

One week after
The death of the leader
Two weeks after
The birth of me
In the field of blackbirds
We beg to differ
In the field of blackbirds
We disagree

Kapitulation
Kapitulation
Kapitulation
Kapitulation

Our colour: the universe, grey!
Our colour: the universe, prey!
Our reason: I cannot say
Our judgement: we learn today

Kapitulation
Kapitulation
Kapitulation
Kapitulation

In the winter
The fires come
In mid-winter
Our pyres burn
And all disappears
Yet nobody hears
Read more

Alfonsina Storni

1

VIAJE

Hoy me mira la luna
blanca y desmesurada.

Es la misma de anoche,
la misma de mañana.

Pero es otra, que nunca
fue tan grande y tan pálida.

Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.

Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.

Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.

¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.

¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:

«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!

Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.

Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.

Va por los cielos largos
triste y acurrucada.

Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.

Alfonsina Storni

Read more

Tema super quemado pero me gusta

0

Wir alle sind besessen
Wir alle sind verflucht
Wir alle sind gekreuzigt
Wir alle sind kaputt
Von Reiztechnologie
Von Zeitekonomie
Von qualitaet das Lebens
Und Kriegsphilosophie
Eins, zwei, drei, vier
Bruederchen, komm tanz mit mir
Eins, zwei, drei, vier
Beide Haende reich ich dir
Eins, zwei, drei, vier
Meine Freunde, tanz mit mir
Eins, zwei, drei, vier
Rundherum, das ist nicht schwer
Wir tanzen Ado Hinkel
Benzino Napoloni
Wir tanzen Schiekelgrueber
Und tanzen mit Maitreya
Mit Totalitarismus
Und mit Demokratie
Wir tanzen mit Fascismus
Und roter Anarchie
Eins, zwei, drei, vier
Kammerad, komm tanz mit mir
Eins, zwei, drei, vier
Beide Haende reich ich dir
Eins, zwei, drei, vier
Deutsches Volk, komm tanz mit mir
Eins, zwei, drei, vier
Rundherum, das ist nicht schwer
Wir tanzen und wir springen
Wir hupfen und wir singen
Wir fallen und erheben
Wir geben oder nehmen
Amerikano Freunde
Und Deutscher Kamerad
Wir tanzen gut zussamen
Wir tanzen nach Bagdad
Eins, zwei, drei, vier
Bruederchen, komm tanz mit mir
Eins, zwei, drei, vier
Beide Haende reich ich dir
Eins, zwei, drei, vier
Meine Freunde, tanz mit mir
Eins, zwei, drei, vier
Rundherum, das ist nicht schwer

Read more

Der Blutharsch

5
Grupo austriaco con base en Viena. Originalmente era el proyecto en solitario del músico Albin Julius, antiguo miembro del proyecto medieval/industrial The Moon Lay Hidden Beneath A Cloud. Las primeras producciones del grupo poseían un sonido post-industrial y marcial (con algunos elementos de NeoFolk), cargado de samplers procedentes de la primera mitad del siglo XX. Con el tiempo irán apareciendo cada vez más colaboradores en los discos de Der Blutharsch (el nombre vendría a significar «La sangre coagulada» en alemán antiguo, pero no puedo confirmar este dato). Entre dichos colaboradores se cuentan por ejemplo el proyecto sueco Deutsch Nepal o el francés Dernière Volonté. A partir del disco «Time Is Thee Enemy», el sonido de Der Blutharsch irá evolucionando hacia el Rock. En la actualidad el grupo posee miembros fijos como Marthynna (pareja de Albin Julius) o Bian Wolfkind (de Novo Homo).
Albin Julius produce los discos de Der Blutharsch en su propia compañía WKN («Wir kapitulieren niemals», no nos rendimos nunca). Estos son Distribuidos por la gran discográfica industrial alemana TESCO. Julius dirige también la discográfica «Hau Ruck!» (también distribuida por TESCO) en la que produce a grupos como Dernière Volonté, Changes o Naevus. Esta compaña tiene una división italiana llamada «Hau Ruck!/SPQR».
Las canciones de Der Blutharsch, tal y como pasaba en TMLHBAC, nunca tienen título. Existen gran cantidad de vinilos de 7» de Der Blutharsch, todos ellos publicados en ediciones muy limitadas. El grupo ha producido hasta la actualidad dos vídeos musicales. Albin Julius colaboró en los discos «Take Care and Control» y «operation Hummingbird» de Death in June ejerciendo una gran influencia en el sonido del proyecto de Douglas Pierce. La utilización de simbología nacionalista e incluso nacional-socialista ha creado gran polémica alrededor de Der Blutharsch.
Grupo austriaco con base en Viena. Originalmente era el proyecto en solitario del músico Albin Julius, antiguo miembro del proyecto medieval/industrial The Moon Lay Hidden Beneath A Cloud. Las primeras producciones del grupo poseían un sonido post-industrial y marcial (con algunos elementos de NeoFolk), cargado de samplers procedentes de la primera mitad del siglo XX. Con el tiempo irán apareciendo cada vez más colaboradores en los discos de Der Blutharsch (el nombre vendría a significar «La sangre coagulada» en alemán antiguo, pero no puedo confirmar este dato). Entre dichos colaboradores se cuentan por ejemplo el proyecto sueco Deutsch Nepal o el francés Dernière Volonté. A partir del disco «Time Is Thee Enemy», el sonido de Der Blutharsch irá evolucionando hacia el Rock. En la actualidad el grupo posee miembros fijos como Marthynna (pareja de Albin Julius) o Bian Wolfkind (de Novo Homo).
Albin Julius produce los discos de Der Blutharsch en su propia compañía WKN («Wir kapitulieren niemals», no nos rendimos nunca). Estos son Distribuidos por la gran discográfica industrial alemana TESCO. Julius dirige también la discográfica «Hau Ruck!» (también distribuida por TESCO) en la que produce a grupos como Dernière Volonté, Changes o Naevus. Esta compaña tiene una división italiana llamada «Hau Ruck!/SPQR».
Las canciones de Der Blutharsch, tal y como pasaba en TMLHBAC, nunca tienen título. Existen gran cantidad de vinilos de 7» de Der Blutharsch, todos ellos publicados en ediciones muy limitadas. El grupo ha producido hasta la actualidad dos vídeos musicales. Albin Julius colaboró en los discos «Take Care and Control» y «operation Hummingbird» de Death in June ejerciendo una gran influencia en el sonido del proyecto de Douglas Pierce. La utilización de simbología nacionalista e incluso nacional-socialista ha creado gran polémica alrededor de Der Blutharsch.
Read more

A TOMAR MATE CARAJO

1

Un estudio revela que consumo de yerba mate retrasa el envejecimiento celular

16 de enero de 2009, 08:18 AM
Buenos Aires, 16 ene (EFE).- Un estudio realizado por científicos argentinos revela que la yerba mate contiene un elevado porcentaje de una sustancia antioxidante que retrasa el envejecimiento celular y previene ciertas enfermedades, informaron hoy a Efe fuentes de la investigación.
ADVERTISEMENT
El estudio fue financiado por el Programa Regional de Asistencia al Sector Yerbatero y el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) de Argentina, y conducido por el ingeniero químico Luis Brumovsky, de la Universidad Nacional de Misiones.

Se trata de una investigación pionera, ya que es la primera que se efectúa con el mate cebado, infusión que realiza con la yerba mate y se consume a la manera del té.

Según sus resultados, la infusión contiene un alto porcentaje de polifenoles totales que mejora las defensas naturales del organismo humano, protegiéndolo contra el daño celular y previniendo así el deterioro del organismo y el desarrollo de enfermedades.

Brumovsky estableció en el estudio que la mayor ingesta de los 25 polifenoles que componen la yerba mate se obtiene con 50 gramos de yerba y medio litro de agua a 70 grados centígrados, con lo que se logran entre 500 y 600 miligramos de antioxidantes, una cantidad muy superior a la que se obtendría con la misma cantidad de té verde o negro, por ejemplo.

Este descubrimiento puede suponer la expansión del mate, especialmente en los mercados del primer mundo, ya que en ellos existe una creciente demanda de antioxidantes y de productos naturales.

En opinión del presidente del INYM, Luis Prieto, este estudio supone el aval científico que necesitaba la infusión para "respaldar su bondad", pero considera que es la población la que se ve realmente beneficiada por el descubrimiento, ya que, aseguró, a partir de ahora podrá consumir mate no sólo por placer, sino también para beneficio de su salud.

El estudio se realizó en la provincia de Misiones, en el noreste del país, la mayor zona productora de yerba mate de Argentina, que es primer exportador mundial de este producto, con Siria como su principal mercado. EFE
Read more

Caso 9: Bestialismo

4

La tarde del 23 de septiembre de 1889, un aprendiz de zapatero de dieciséis años (W) cogió un ganso que había en el jardín del vecino y se ayuntó con él hasta que el vecino lo sorprendió. Cuando este se lo reprochó, W respondió: "¡Vaya! ¿Pero qué es lo que pasa con este ganso?", y luego se fue.

Durante el interrogatorio confesó el acto, pero se disculpó alegando un estado de incapacidad mental momentánea. Desde que a los doce años tuvo una enfermedad grave había sufrido ataques varias veces al mes, con sensación de calor en la cabeza y una intensa excitación sexual, durante los cuales no sabía lo que hacía. Alegó haber cometido el acto de bestialidad durante uno de dichos ataques. Sin embargo, en el juicio afirmó no recordar nada de lo ocurrido, excepto por las declaraciones del vecino.

Su padre declaró que W procedía de una familia sana, que siempre había sido enfermizo desde que sufrió un ataque de escarlatina a los cinco años y que, a los doce, tuvo una enfermedad cerebral febril. W gozaba de buena reputación: era buen estudiante y después de la escuela ayudaba a su padre en el trabajo. No acostumbraba a practicar la masturbación.

El examen médico no estableció ningún defecto moral ni intelectual. El examen físico mostró unos genitales normales, con el pene bastante desarrollado y una marcada exageración de los reflejos patelares. El resto dio resultados negativos. La condición del paciente en el momento del acto no fue tomada en cuenta. No se demostró la existencia de ataques previos de perturbación mental y no padeció ninguno durante las seis semanas en que estuvo sometido a observación. No se encontraron señales de perversión del impulso sexual.

El diagnostico medico sugirió la posibilidad de que alguna causa orgánica (una congestión cerebral producida por alguna alguna enfermedad cerebral) pudiera haber ejercido su influencia en el momento en el muchacho cometió el hecho delictivo.


En un pueblo de provincias, un hombre fue sorprendido copulando con una gallina. Tenía treinta años y pertenecía a una clase social acomodada. En aquella localidad, se habían producido reiteradamente la muerte de gallinas, y hacía tiempo que las autoridades buscaban al causante. Ante la pregunta del juez acerca de las razones para realizar actos semejantes, el acusado dijo que sus genitales eran tan pequeños que le resultaba imposible realizar el acto sexual con mujeres. El examen médico reveló que, efectivamente, los genitales de aquel hombre eran sumamente pequeños. Por lo demás, el examen mental mostró que era perfectamente normal.

Fin


Fuente extraida de: http://identidades.org/fundamentos/ebing.htm
Read more

Caso 8: Fetishismo

5

P, de cuarenta años, soltero, cerrajero de profesión y con temperamento artístico, tuvo un padre que estuvo loco durante un tiempo y una madre muy nerviosa. Creció bien y era inteligente, pero pronto se vio afectado por tics y alucinaciones. Nunca se había masturbado. Amaba platónicamente y solía soñar con planes matrimoniales. A veces, aunque raramente, copulaba con prostitutas; nunca quedó satisfecho con dichas relaciones, más bien le disgustaban. Tres años atrás sufrió un percance económico que lo dejó en la ruina y, además, tuvo una enfermedad febril acompañada de delirios. Ambas cosas tuvieron un efecto desfavorable sobre su sistema nervioso, que ya lo predisponía negativamente de modo hereditario.

El 28 de agosto de 1889, P fue detenido en Trocadero (París) cuando le cortaba por la fuerza los cabellos a una joven. Fue detenido con el pelo en la mano y un par de la tijeras en el bolsillo. Trató de disculparse alegando turbación mental momentánea y una pasión irresistible; confesó que había cortado pelo unas diez veces y que lo guardaba con gran placer. Al registrar su casa se encontraron sesenta y cinco postizos y trenzas de pelo, clasificados en cajas. P ya había sido detenido una vez, el 15 de diciembre de 1886, en circunstancias similares, pero fue liberado por falta de evidencias.

P afirmó que desde hacía tres años, cuando estaba a solas en su dormitorio, se sentía enfermo, ansioso, excitado y mareado, y entonces lo asaltaba el impulso de tocar los cabellos femeninos. Si lograba tocar con las manos el pelo de alguna muchacha, se excitaba de forma muy intensa, tenía una erección y eyaculaba, sin buscar ningún otro tipo de contacto físico con ella. De regreso a casa, se sentía avergonzado de lo ocurrido; pero el deseo de poseer pelo, siempre acompañado de un gran placer sexual, se había ido haciendo más intenso. Le parecía extraño que, con anterioridad, incluso durante sus relaciones más íntimas con mujeres, nunca hubiera experimentado tales sentimientos.

Una noche no pudo resistir el impulso de cortar el pelo de una joven. Con la cabellera en su mano, ya en casa, el proceso sensual se repitió. Se sintió impulsado a restregarse el cuerpo con el pelo y a envolverse los genitales con él. Por último, bastante exhausto, se sintió tan avergonzado que no salió de su casa en varios días. Tras unos meses de descanso sintió de nuevo el impulso de poseer pelo femenino, sin que le importase de quién. Cuando lo lograba, se sentía imbuido de un poder sobrenatural e incapaz de devolver el botín. Si no lograba el objeto de su deseo se deprimía mucho, regresaba a toda prisa a su casa y allí se extasiaba con su colección de cabelleras. Las peinaba y las mimaba, logrando así intensos orgasmos, satisfaciéndose a sí mismo con la masturbación. Si el pelo estaba expuesto para su venta en una caja de peluquería, no le hacía la menor impresión; necesitaba que estuviera colgando de una cabeza femenina.

Cuando llevaba a cabo su acto solía encontrarse en tal estado de frenesí que tenía sólo una apreciación imperceptible de lo que estaba haciendo y luego no recordaba nada. Cuando tocaba el pelo con las tijeras le sobrevenía la erección y, en el instante de cortar, la eyaculación. Desde su percance económico, tres años atrás, sufría pérdidas de memoria, fatiga mental, terrores nocturnos e insomnio.

P lamentó profundamente su crimen. No sólo se le encontró pelo, sino gran número de horquillas, cintas y otros artículos femeninos de peluquería que se había ido procurado. Coleccionaba esas cosas de manera obsesiva, así como periódicos, pedazos de madera y otros objetos inservibles, de los que nunca se desprendía. También tenía un miedo extraño, para él inexplicable, de pasar por cierta calle; si trataba de hacerlo, se ponía enfermo.

La opinión médico-legal lo consideró hereditariamente predispuesto y probó el carácter claramente involuntario e impulsivo de estos hechos delictivos; que eran actos inducidos por una idea imperiosa, acompañados de un sentimiento sexual anormal. Fue perdonado y enviado al manicomio.
Read more

Caso 7: Masoquismo

1

Estas son las confesiones que me hizo un paciente:

"Tengo treinta y cinco años y soy normal tanto mental como físicamente. No conozco ningún caso de trastorno mental entre mis parientes directos ni entre los más lejanos. Hasta donde sé, a mi padre, que cuando yo nací tenía treinta años, le gustaban las mujeres grandes y sensuales.

Desde la niñez me gustaba deleitarme en fantasías sobre el poder absoluto de un hombre ejercido sobre los otros. La esclavitud tenía algo de excitante para mí, tanto desde el punto de vista del amo como del sometido. Que un hombre pudiera poseer, vender o azotar a otro me producía una tremenda excitación, y la lectura de La cabaña del tio Tom al principio de mi pubertad me provocó erecciones. Me resultaba particularmente excitante la imagen de un hombre enganchado a un carro mientras que otro hombre, sentado con un látigo y haciendo de conductor, lo azotaba.

Hasta los veinte años estas ideas fueron únicamente fantasías asexuadas: el subyugado era otro, nunca yo, y el amo no era necesariamente una mujer. Tales ideas, por tanto, carecían de efecto sobre mis deseos sexuales o sobre la manera en que los ponía en práctica. Aunque dichas fantasías me ocasionaban erecciones, aún no me había masturbado nunca en mi vida, y desde los diecinueve había practicado el coito sin estimularme con ellas. Siempre tuve una gran preferencia por las mujeres maduras, grandes y sensuales, aunque no despreciaba a las más jóvenes.

Después de cumplir veintiún años esto se hizo más objetivo, y empezó a hacerse esencial para mi que el ama fuera una mujer con más de cuarenta años, alta y fuerte. Además, a partir de entonces me convertí en el sujeto de mis fantasías. El ama era una mujer ruda, que me utilizaba en todos los sentidos, incluido el sexual; me enjaezaba al carro y me sacaba para que le diera un paseo; yo debía seguirla como un perro y me acostaba desnudo a sus pies; me castigaba con azotes. Éste era el elemento constante en mis fantasías, en torno al cual se agrupaban todas las demás. Siempre encontraba en ello un infinito placer que me provocaba erecciones, pero nunca eyaculaciones. Como resultado de la excitación sexual, buscaba inmediatamente una mujer, preferiblemente alguna que se correspondiese con mi ideal, y me ayuntaba con ella sin la ayuda de estas fantasías, y a veces incluso sin pensar para nada en ellas durante el acto. Sin embargo, también sentía inclinación hacia mujeres de un tipo diferente y practicaba el coito con ellas sin hacer uso de estas ideas.

A pesar de todo, aún mi vida no era demasiado anormal desde el punto de vista sexual; estas ideas solían aparecer periódicamente y han permanecido invariables. Pero al crecer el deseo sexual, los intervalos han ido haciéndose más cortos, y en la actualidad los ataques aparecen cada dos o tres semanas. Cuando he tenido relaciones sexuales recientemente, la aparición de las fantasías tarda más en llegar. Nunca he intentado llevar a cabo mis ideas, es decir, conectarlas con la realidad exterior, sino que me he contentado con vivirlas en el pensamiento, porque estaba convencido de que su realización quedaría muy por debajo de mi ideal. Pensar en una escena fingida con prostitutas pagadas me pareció siempre algo estúpido y sin sentido, ya que jamás podría una persona contratada ocupar el lugar de mi cruel ama imaginaria. Dudo que existan mujeres como las heroínas de Sacher-Masoch, pero en caso de que existieran y yo tuviese la fortuna de encontrar alguna de ellas, incluso así, en el mundo de la realidad el coito me parecería sólo una farsa. Además, he de decir que, en el caso supuesto de que llegase a ser el esclavo de alguna Mesalina, creo que me cansaría pronto de ese tipo de vida, por los sacrificios que tendría que hacer, y en mis intervalos de lucidez haría todos los esfuerzos necesarios para obtener la libertad a toda costa.

No obstante, he encontrado una manera con la que llevar a cabo, en cierto modo, la realización de estas fantasías. Cuando el deseo sexual ha alcanzado su grado más alto imaginando este tipo de escenas, acudo a una prostituta y allí rememoro con el ojo de la mente, y con gran intensidad, alguna de las imágenes que he mencionado, en la que yo represento el papel principal. Después de pensar en una situación así durante una media llora, copulo con un placer cada vez mayor y con una potente eyaculación, después de lo la visión se aleja de mi pensamiento. Avergonzado, me voy de allí a toda prisa e intento no pensar más en el asunto. Luego, durante unas dos semanas, no vuelvo a tener ideas semejantes. Después de un coito particularmente satisfactorio, puede suceder que hasta el próximo ataque ni siquiera recuerde con agrado las ideas masoquistas. Pero tarde o temprano tendrá lugar el siguiente ataque. He de decir, no obstante, que también he tenido relaciones sexuales sin estar inflamado por tales ideas, especialmente con mujeres que me conocen y están al tanto de mi situación, y en cuya presencia renuncio a tales fantasías. En dichas circunstancias, sin embargo, no siempre soy tan potente, mientras que con la ayuda de las ideas masoquistas mi virilidad es perfecta. No me parece superfluo añadir que tanto en mi manera de pensar como de sentir soy una persona muy estética y aborrezco los malos tratos hacia cualquier ser humano.

Por último, no dejaré de mencionar el hecho que para mi el tratamiento es algo fundamental. En mis fantasías es esencial que el ama se dirija a mí en segunda persona, mientras que yo debo hablarle respetuosamente y en tercera. Esta circunstancia de ser tuteado por una persona tan ilustre, como expresión de dominio absoluto, me ha proporcionado desde mi juventud un enorme placer sensual, y sigue haciéndolo.

Tuve la fortuna de encontrar una esposa que me resulta atractiva en todo, y sobre todo en el plano sexual; pero ni que decir tiene que no se atiene en nada a mis ideales masoquistas. Es amable, aunque sensual, pues sin esta última característica yo no podría concebir algo como el encanto sexual. Los primeros meses de vida matrimonial fueron sexualmente normales; los ataques masoquistas no aparecieron y casi me olvidé ellos. Pero luego nació nuestro primer hijo, con la necesaria abstinencia. Fue entonces cuando, de manera puntual y con el aumento de la libido, llegaron de nuevo las fantasías masoquistas; a pesar del gran amor que siento hacia mi esposa, necesité realizar el coito con otra, acompañado de mis ideas masoquistas. Resulta digno de señalar que la cópula marital, que reanudamos después, no fue suficiente ya para desterrar las ideas masoquistas.

En lo relativo al elemento esencial del masoquismo, opino que el elemento mental es el verdadero objetivo. Si la realización de las ideas masoquistas (la flagelación pasiva, por ejemplo) fueran el fin deseado, contradirían el hecho de que la mayoría de los masoquistas nunca las ponen en práctica, o bien, cuando lo intentan quedan decepcionados, pues la satisfacción deja mucho que desear.

Para terminar, debería mencionar que, según mi experiencia, el número de masoquistas, especialmente en las grandes ciudades, parece ser bastante considerable. Puesto que los hombres no suelen dan a conocer estas cosas, las únicas fuentes de tal información son las declaraciones de las prostitutas, y como concuerdan en los puntos esenciales, ciertos hechos pueden darse por probados.

El hecho es que toda prostituta con experiencia guarda algún instrumento conveniente para la flagelación, en general un látigo. Pero no hay que olvidar que algunos hombres se hacen azotar simplemente para aumentar su placer sexual; estos, en contraste con los verdaderos masoquistas, consideran la flagelación como un medio para obtener un fin.

Por otra parte, casi todas las prostitutas están de acuerdo en que hay muchos hombres a quienes les gusta representar el papel del esclavo, es decir, que disfrutan cuando los llaman así, les regañan y les pegan. Podría decirse que el número de masoquistas es más grande de lo que uno podría imaginar."
Read more

Caso 6: Sadismo

2

P, de veintidós años de edad y económicamente emancipado, tenía muchos antecedentes familiares patológicos. Accidentalmente vio cómo la institutriz azotaba en las nalgas a su hermana de catorce años mientras la mantenía sobre sus rodillas. Esto le produjo una profunda impresión, y de ahí en adelante sintió el constante deseo de verle las nalgas a su hermana y de tocárselas; de hecho, mediante una inteligente estratagema lo logró.

Cuando tenía siete años se convirtió en el compañero de juegos de dos niñas pequeñas. Una de ellas era minúscula y delgada; la otra más bien gruesa. Él hacía el papel del padre que castiga a sus hijas. A la delgada simplemente la azotaba sobre las ropas. La otra, sin embargo, le permitió que le azotara en las nalgas desnudas; ella tenía entonces diez años. Esto le proporcionó un gran placer sexual y le ocasionó una erección. Un día, después de que pegarla de esta manera, la niña le pidió que le mirase los genitales, pero él rechazó la invitación, ya que eso no le interesaba en absoluto.

A los nueve años se hizo amigo de un muchacho algo mayor que él. Un día vieron un cuadro que representaba una escena de flagelación de un monje en el monasterio. P persuadió en seguida a su compañero para que representaran la escena. El otro consintió en adoptar el papel pasivo y le gustó mucho. Lo repitieron con frecuencia. En una ocasión P asumió el papel pasivo, pero no le proporcionó ningún placer. Este tipo de relación continuó hasta que se hicieron hombres; P eyaculaba siempre durante la flagelación. Dominaba a su amigo, que le consideraba un ser superior. Mientras duró la amistad, P sólo repitió dos veces este juego con otras personas: una vez con una criada, a la que le propino una azotaina en el trasero, y otra en la calle con una niña de once años, cuyo llanto, sin embargo, le obligó a huir apresuradamente.

Nunca sintió inclinación alguna hacia la masturbación, hacia la cópula con muchachas ni tampoco sensaciones sexuales antipáticas. Se limitaba a tocar las nalgas femeninas cuando estaba en medio del gentío, o las de las niñas cuando jugaba con ellas, a mirar bajo las faldas de las mujeres que subían las escalerillas de un carruaje o a mirar cómo las niñas pequeñas se desvestían.

Practicaba el sadismo-fetichismo. Fantaseaba con situaciones en las que flagelaba a su hermano menor, a una criada o a una monja. Se inventaba historias que siempre terminaban con alguna escena de flagelación. Respondía a anuncios por palabras como éste: "Maestra severa busca alumno" y obtenía un placer indescriptible con la correspondencia que seguía a continuación. Dibujaba escenas de flagelación, de nalgas femeninas desnudas. Entraba en las bibliotecas buscando libros de literatura sádica y hacía resúmenes de dichos escritos. Coleccionaba cuadros que trataban de su tema favorito y él mismo los pintaba a medida que su perversión iba progresando.

Continuamente imaginaba nalgas desnudas, zurras, escenas de flagelación, e incluso asesinatos, aunque este último acto le asustaba. Las frecuentes eyaculaciones finalmente lo sumieron en una grave neurastenia, pero no se decidió nunca a buscar consejo médico. Por fin, encontró una mujer con la que practicar el coito, ya que le permitía que la flagelara durante el acto.
Read more

Caso 5: Antipatìa sexual

2

S, de veintinueve años, soltera, hija de un comerciante, tenía marcados antecedentes familiares de índole nerviosa: su padre era bebedor y acabó sus días suicidándose, al igual que un hermano y una hermana de la paciente; otra hermana sufría de histerismo convulsivo; el abuelo materno se mató de un tiro en un ataque de locura; su madre era enfermiza y quedó inválida después de una apoplejía.

La paciente nunca sufrió ninguna enfermedad grave. Era brillante, entusiasta y soñadora. A veces menstruaba irregularmente. A los catorce años sufrió una clorosis y estados de catalepsia a causa de un susto. Después, tuvo periodos de histerismo grave y un ataque de locura histérica.

Cuando tenía dieciocho años, mantuvo relaciones no platónicas con un hombre joven, a cuyo amor ella correspondió de manera apasionada. Según las declaraciones de la paciente, al parecer era muy sensual y tras la ruptura con él practicó la masturbación. Después, llevó una vida romántica. Para ganarse la vida se disfrazó de hombre y llegó a ser preceptor de menores, pero tuvo que dejar el trabajo porque su jefa, que ignoraba cual era su verdadero sexo, se enamoró de ella y la cortejó.

Mas tarde se empleó en los ferrocarriles. Con objeto de esconder su sexo, se vio obligada a visitar burdeles con sus camaradas, y a escuchar historias de lo más vulgares. Esto llegó a resultarle tan desagradable que dejó el empleo, volvió a vestirse de mujer y de nuevo intentó ganarse la vida como tal. Fue detenida por robo y hospitalizada a causa de una epilepsia histérica grave. Allí fue donde descubrió la inclinación hacia su propio sexo.

La paciente se convirtió en un problema a causa de su amor apasionado por enfermeras y pacientes del sexo femenino. Su inversión sexual fue considerada congénita. Con respecto a dicho diagnóstico, la paciente hizo algunas interesantes declaraciones:

"Se me juzga incorrectamente si se piensa que me siento un hombre frente al sexo femenino. En mi manera de pensar y de sentir soy mucho más una mujer que un hombre. ¿Acaso no amé a mi primo como sólo una mujer puede amar a un hombre?

El cambio en mi manera de pensar tuvo lugar en Pesth, cuando al disfrazarme de hombre tuve la oportunidad de observar a mi primo. Me di cuenta de que me había equivocado por completo con él, y esto me causó una terrible decepción. Supe que no podría ya amar a otro hombre jamás; que yo era uno de esos seres que sólo aman una vez. Me causó el mismo efecto la frecuentación de mis compañeros del ferrocarril, con quienes me vi obligada a escuchar las expresiones más ofensivas y a visitar las casas de peor reputación. El resultado de haber conocido el mundo de los hombres de esta manera fue que les tomé una aversión insuperable. No obstante, como soy de naturaleza apasionada y necesito tener a alguien a quien amar y a quien darme totalmente, me sentí cada vez más inclinada hacia mujeres inteligentes que coincidían conmigo.

El instinto sexual antipático de esta paciente, claramente adquirido, se expresaba de una manera tormentosa y decididamente sensual y aumentó con la masturbación. El control al que era sometida en los hospitales hizo que la satisfacción sexual con el mismo sexo fuera imposible; sin embargo, el carácter y las ocupaciones de la paciente siguieron siendo femeninos. No había en ella manifestaciones de virago.

Según las últimas informaciones que he recibido recientemente, tras dos años de tratamiento en el manicomio, la paciente se liberó por completo de su neurosis, así como de la inversión sexual, y fue dada de alta.
Read more

Caso 4: Lesbianismo

1

En 1886 la señora. R, de treinta y cinco años de edad y elevada posición social, fue traída a mi consulta por su marido. Su padre era un doctor muy neuropáta. Su abuelo paterno era robusto, normal y había alcanzado la edad de noventa y seis años; no contamos con datos acerca de su abuela paterna. Todos los hijos de la familia paterna habían sido nerviosos. La madre de la paciente también era nerviosa y sufría de asma. Los abuelos maternos gozaban de buena salud. Una de las hermanas de su madre sufría de melancolía.

Desde los diez años la paciente había padecido habitualmente dolores de cabeza. A excepción del sarampión, no tuvo otras enfermedades. Era inteligente y había gozado de una educación excelente, demostrando especial talento por la música y las lenguas. Se preparó para ser institutriz. Durante su adolescencia trabajó mentalmente con gran ahinco. A los diecisiete sufrió un ataque de melancolía durante algunos meses.

La paciente afirmó que siempre se había sentido atraída por su propio sexo, y que el único interés que le despertaban los hombres era el estético. Nunca le agradaron los trabajos femeninos y de pequeña prefería jugar con niños.

Confesó haber estado bien hasta los veintisiete años. Entonces, sin ninguna causa externa aparente, empezó a sentirse deprimida, a considerarse a sí misma mala y pecadora, sin ganas de nada y a padecer de insomnio. Se vio además invadida por extrañas ideas: pensar en su muerte y en la de sus parientes. Al cabo de cinco meses se recuperó. Se hizo institutriz y trabajó de manera excesiva, pero aguantó bien: únicamente sufría algunos síntomas neurasténicos ocasionales e irritación espinal.

Cuando tenía veintiocho años conoció a una mujer cinco años más joven que ella de la que se enamoró. Su amor fue correspondido. Se trataba de un amor muy sensual; se satisfacían mediante la masturbación mutua. "La amé como a un dios, ya que su alma es muy noble", afirmó al referirse a ella. La relación duró cuatro años, pero terminó con el desafortunado matrimonio de su amiga.

En 1885, después de grandes tensiones emocionales, la paciente enfermó. Tenía síntomas de neurastenia histérica: dispepsia, irritación espinal, ataques espasmódicos tónicos, ataques de hemiopía con jaquecas y afasia transitoria, así como descargas anales y vaginales. En febrero de 1886 todos estos síntomas desaparecieron y en marzo conoció a su actual marido, con quien se casó sin pensarlo mucho, ya que él era rico, estaba muy enamorado de ella y tenían afinidad de caracteres.

Cuando el 6 de abril leyó una plegaria (la muerte nos llega a todos) regresaron las antiguas ideas sobre la muerte, como un relámpago que repentinamente ilumina el cielo. No podía evitar pensar en horrorosas escenas de muerte que a afectaban tanto a ella como a sus allegados. Entonces perdió el sueño y el gusto por todo, pero su condición fue mejorando lentamente. A finales de mayo de 1886 ya estaba casada, aunque aún se sentía inquieta: pensaba que acarrearía desgracias a su marido ya sus seres queridos.

La primera relación con su marido fue el 6 de junio de 1886, pero la experiencia la dejó profundamente deprimida, ya que no era aquél su concepto del matrimonio. Él realmente la amaba, e hizo todo lo posible por tranquilizarla. Los médicos la aconsejaron que se quedara embarazada. El marido no podía comprender el extraño comportamiento de su mujer. Ella era agradable con él y aceptaba sus caricias, pero a la hora de realizar el coito era totalmente pasiva y, al terminar, se sentía cansada, agotada, nerviosa e inquieta todo el día, con irritación espinal.

Durante el viaje de novios volvió a ver a su antigua amiga, que desde hacía tres años soportaba el martirio de un matrimonio desgraciado. Las dos mujeres temblaron de alegría y de excitación al abrazarse, y se hicieron inseparables. El marido, al comprender que aquélla era una amistad extraña, adelantó el regreso, y cuando leyó la correspondencia de su mujer con esta amiga, se dio cuenta de que parecían amantes.

La señora R se quedó embarazada, y durante la gestación desaparecieron la depresión y las ideas obsesivas, pero a las nueve semanas de embarazo, en septiembre, abortó, y los síntomas de neurastenia histérica reaparecieron.

En la consulta la paciente parecía una persona muy neuropática y trastornada. No es posible describir adecuadamente la expresión neuropática que había en sus ojos. Su aspecto era totalmente femenino, y a excepción de una bóveda del paladar muy estrecha, no existía anormalidad esquelética. Resultaba difícil lograr que la paciente revelara detalles de su anormalidad sexual. Se quejó de que se había casado sin saber lo que era el matrimonio entre hombres y mujeres. Amaba profundamente a su marido por sus cualidades mentales, pero las relaciones sexuales con él le resultaban insufribles: las afrontaba de mala gana, sin alcanzar ninguna satisfacción, y después se sentía cansada y exhausta el resto del día. Desde su aborto, los médicos le prohibieron mantener relaciones sexuales y eso la hizo sentirse mejor; no obstante, pensaba en el futuro con horror.

R quería a su esposo. Lo amaba mentalmente, y haría cualquier cosa por él, excepto mantener relaciones sexuales. Decía que tal vez sentiría apetencia sexual hacia él con el tiempo: cuando lo escuchaba tocar el violín, a ella le parecía sentir el principio de una atracción que iba más allá de la amistad, pero sólo lo sentía de manera transitoria y no estaba segura de que persistiese en el futuro. Su felicidad más grande la sentía escribiendo a su antigua amante. Sentía que era algo deshonesto, pero no podía renunciar a ello, porque si no se sentiría muy infeliz.
Read more

Caso 3: Homosexualidad masculina.

1

En el crepúsculo vespertino de una noche de verano, en una ciudad del norte de Alemania, el doctor X fue descubierto por un sereno mientras cometía actos indecentes con un labriego en el campo. Con el pene dentro de su boca, le estaba practicando la masturbación. El doctor X se libró del juicio porque las autoridades judiciales cerraron el caso ante la ausencia de publicidad, y porque no se había producido la penetración anal. Entre los efectos personales de X se encontró abundante correspondencia de carácter sexual perverso, la cual demostraba que desde hacía años el médico había practicado coitos contra natura con todo tipo de gente.

El doctor X provenía de una familia neurótica: su abuelo paterno se había suicidado durante un ataque de locura; su padre era un hombre débil y extraño; tenía un hermano que se masturbaba desde los dos años; un primo suyo, que era un perverso sexual, de joven había practicado actos parecidos a los de X, había sido declarado debil mental y había muerto de una enfermedad espinal; un tío abuelo por parte de su padre era hermafrodita; su tía materna estaba loca, aunque su madre, al parecer, gozaba de buena salud; el hermano de X era una persona nerviosa e irascible.

X también había sido nervioso de niño. Le asustaban mucho los maullidos de los gatos y si alguien imitaba la voz de un gato él lloraba amargamente y buscaba protección. El menor problema físico le producía violentas fiebres. Era un niño tranquilo y soñador, de imaginación excitable, pero con limitadas capacidades intelectuales. No se le daban bien los juegos masculinos, sino que prefería los femeninos; le gustaba en especial rizarle el pelo a la criada y a su hermano.

A la edad de trece años, X fue al instituto, donde se dedicaba a seducir a sus compañeros y a practicar con ellos la masturbación mutua; por su actitud cínica e inaceptable fue expulsado y tuvo que regresar a casa. Entre sus pertenencias, sus padres encontraron cartas de amor con contenidos lascivos, que revelaban una sexualidad perversa. Desde los diecisiete años estudió con un profesor particular que lo vigilaba de modo estricto, pero hacía pocos progresos; sólo tenía talento para la música. Después de terminar sus estudios, a los diecinueve años, el paciente entró en la universidad. Allí destacó por su carácter cínico y por juntarse con jóvenes tendentes al amor masculino. Comenzó a actuar como un dandi, vistiendo corbatas llamativas y camisas ajustadas; usaba zapatos excesivamente estrechos y se rizaba de modo un tanto exagerado. Esta peculiaridad desapareció cuando dejó la facultad y regresó a casa.

A la edad de veinticuatro años, X ya era neurasténico. Hasta los veintinueve, se dedicó con seriedad a su profesión, pero no frecuentaba el sexo opuesto y constantemente se dejaba ver con hombres de carácter dudoso.

El paciente no permitió que le hiciera un examen personal. Dio la excusa por escrito de que no sería de ninguna utilidad, ya que la inclinación que tenía hacia su propio sexo había existido en él desde su más temprana niñez y era congénita. Siempre tuvo horror a las mujeres, y nunca sintió la inclinación de abandonarse a sus encantos. Respecto a los hombres, se situaba en el papel masculino. Reconoció que su impulso hacia su propio sexo era anormal y disculpó su indulgencia sexual como el resultado de una condición natural anómala.

A partir de aquel incidente, el doctor X vivió fuera de Alemania, en el sur de Italia y, tal como supe por una carta, continuó practicando el amor nefando. X es un hombre sincero, de aspecto mascu1ino, barba cerrada y con los genitales desarrollados normalmente. Recientemente, me envió su autobiografía, de la cual resulta digno de mención lo siguiente:

"Cuando a los siete años entré en una escuela privada me sentí muy incómodo y no me agradaron mis compañeros. Sólo me sentí atraído hacia uno de ellos, un niño muy guapo al que amé con locura. En los juegos infantiles siempre me las arreglaba para aparecer vestido de niña y mi mayor placer consistía en hacer peinados complicados a las criadas de la casa. Siempre lamenté no haber nacido niña.

Mi instinto sexual se despertó a los trece años y desde el principio se dirigió hacia hombres fuertes y varoniles. Al principio yo no pensaba que eso fuera anormal, pero lo supe cuando vi y escuché cómo funcionaban sexualmente mis compañeros.

Empecé a masturbarme a los trece años. Cuando tenía diecisiete dejé la casa de mis padres y me trasladé a estudiar a una gran capital, donde fui alumno de un profesor que estaba casado, y con cuyo hijo tendría después relaciones sexuales. Fue con él con quien sentí por primera vez satisfacción sexual. Más tarde conocí a un joven artista, que muy pronto notó que yo era anormal y me confesó que él era de la misma condición . Supe por él que esta anomalía es muy frecuente; dicho conocimiento me hizo superar el problema en que vivía al suponer que yo era el único en padecerla. Este joven conocía a muchas personas de nuestra condición, y me las presentó. Llegué a ser objeto de atención general, pues en todas partes me consideraban muy atractivo.

Enseguida un viejo caballero se enamoró perdidamente de mí, pero a mi no me gustaba, así que aguanté con él poco tiempo. Luego me quedé prendado de un funcionario guapo y joven, que tuve a mis pies; el fue realmente mi primer amor.

Después de pasar el examen final, cuando tenía diecinueve años, y libre ya de la disciplina de la escuela, conocí a un gran número de personas como yo, entre ellas a Karl Ulrichs (Numa Numantius).

Más tarde, cuando empecé a estudiar Medicina y me vi rodeado de jóvenes normales, me sentí muchas veces obligado a visitar con ellos los burdeles. Tras haber pasado sin pena ni gloria por varias prostitutas, algunas de las cuales eran muy hermosas, la opinión que se hicieron mis conocidos fue que yo era impotente, y personalmente contribuí a esta idea contándoles fantasiosos excesos sexuales anteriores. Por entonces mantenía numerosas relaciones externas con personas que apreciaban mis encantos, pues me consideraban muy hermoso. Como resultado de ello siempre había alguien prendado de mí, y recibía tal cantidad de cartas de amor que a menudo no sabía qué hacer.

El colmo llegó cuando era médico residente en el hospital. Allí me convertí en un personaje célebre, y las escenas de celos que tuvieron lugar por mi causa estuvieron a punto de hacer que se descubriera mi condición.

Poco después sufrí una inflamación de la articulación del hombro, de la que me recuperé en tres meses. Durante dicha enfermedad me pusieron inyecciones subcutáneas de morfina varias veces al día. Luego interrumpieron el tratamiento bruscamente, pero yo continué administrándomelas en secreto tras la recuperación. Debido a unos cursos de especialización pase variosos meses en Viena, antes de empezar a practicar la medicina. Allí, gracias a algunas recomendaciones, entré en contacto con diversos círculos de gente como yo. Me enteré de que la anormalidad en cuestión, en sus diversas formas, es frecuente tanto en las clases más bajas como en las más altas, y que tampoco son raros quienes la practican por dinero entre las clases altas.

Cuando me establecí en el campo intenté curarme del hábito de la morfina por medio de la cocaína, pero sólo conseguí convertirme en una adicto a la cocaína, de la cual, después de tres recaídas, logré librarme al fin hace unos dos años. En aquella situación me era imposible encontrar satisfacción sexual, ya que el placer que me daba la cocaína había superado cualquier otro deseo.

A instancias de mi tía, una vez que me libré de la cocaína, hice un viaje de pocas semanas con el fin de mejorar mi salud; fue entonces cuando los impulsos perversos se despertaron nuevamente en mí con toda su antigua fuerza.

Una tarde, mientras me hallaba en las afueras de la ciudad divirtiéndome con un hombre, fui descubierto por las autoridades y recibí una advertencia. Pero, según la opinión expresada por el tribunal supremo del reino de Alemania, el acto del que fui acusado no era condenable por ley. Sin embargo, tuve que cuidarme, ya que mi crimen había sido anunciado públicamente. Me di cuenta de que debería abandonar Alemania y encontrar un nuevo hogar donde ni la ley ni la opinión pública se opusieran a este impulso, que, al igual que todos los instintos anormales, no puede ser superado cor la voluntad.

Como siempre fui consciente de que mis impulsos son contrarios a las costumbres, he intentado dominarlos repetidamente, pero el resultado es que han hecho más fuertes después de estos esfuerzos. Igual les ha ocurrido a mis amigos. Como siempre me he sentido atraído por individuos masculinos, juveniles y fuertes, y éstos muy raramente deseaban acceder a mis deseos, me veía obligado a pagar por ello; pero dado que mi deseo se limitaba a personas de las clases más bajas, siempre fui capaz de encontrar a quien comprar con dinero.

Espero que las siguientes declaraciones no despierten su repugnancia. Al principio pensé en omitirlas, pero con objeto de no dejar incompleta mi historia las he incluido, ya que le servirán para enriquecer su material clínico. Me veo obligado a llevar a cabo el acto sexual de la siguiente manera: tras introducir el pene del joven en mi boca, se lo chupo hasta que eyacula. Entonces escupo el esperma en su perineo. Luego junto sus muslos y meto mis pene entre ellos. Cuando hago esto es necesario que el joven me abrace con todas sus fuerzas. He encontrado que... que de esta manera me siento totalmente satisfecho.

En lo relativo a mi persona, aún debo mencionar lo siguiente: mido 186 centímetros de altura, soy de aspecto masculino y, a excepción de una irritabilidad anormal de la piel, gozo de buena salud. Tengo el cabello y el pelo de la barba negro y abundante. Mis genitales son de un tamaño medio y constituidos normalmente. Soy capaz, sin ningún signo de agotamiento, de repetir el acto sexual entre cuatro y seis veces cada veinticuatro horas. Mi vida es muy regular. Consumo alcohol y tabaco de vez en cuando. Toco el piano bastante bien y algunas de mis composiciones han sido muy aplaudidas. Ultimamente he terminado una novela, que, en tanto que opera prima, ha sido muy favorablemente acogida por mis amigos. Trata de varios problemas inspirados en la vida de homosexuales.

Entre el gran número de personas que he llegado a conocer, he podido hacer diversas observaciones relativas a la homosexualidad y a sus grados de anormalidad, de manera que, quizá, las siguientes curiosidades podrían serle útiles:

Lo más anormal que he conocido fue el impulso de un caballero que vivía en Berlín: prefería, por encima de todo, los jóvenes con los pies sucios, que lamía apasionadamente. Algo parecido le ocurría a un señor de Leipzig: siempre que podía les introducía la lengua en el ano, preferentemente sin limpiar. Además, varias personas me han asegurado que ver las botas de montar o ciertas partes de los uniformes militares les produce tal excitación que eyaculan de manera espontánea. Y un hombre de París obligó a un amigo mío a orinar en su boca.

En cuanto a los hombres que se consideran mujeres, lo que no es mi caso, hay dos personas en Viena que son buenos ejemplos. Se han puesto nombres femeninos. Uno es un barbero que se hace llamar Laura la Francesa. El otro era antes carnicero y se hace llamar Fanny. Durante el carnaval, ninguno de ellos dejaba pasar la oportunidad de disfrazarse de mujer.

En Hamburgo hay uno de quien mucha gente piensa que es mujer, porque siempre va con vestidos femeninos; en raras ocasiones sale a la calle, siempre vestido de mujer. Una vez este hombre pretendió ser la madrina de un bautizo y, a causa de ello, se armó un gran escándalo. La timidez femenina, la frivolidad, la obstinación y la debilidad de carácter son la regla en tales individuos.

Conozco también varios casos de sexualidad perversa en los que coexisten la epilepsia y la psicosis. Las hernias son también frecuentes. En la práctica, muchas personas vienen a mí para que las trate de enfermedades del ano, recomendadas por mis amigos. He visto dos chancros sifilíticos y uno local, así como varias fisuras anales. En la actualidad estoy tratado a un caballero con unos condilomas en el ano que forman un tumor redondo tan grande como un puño. También vi en Viena un caso localizado en el paladar blando, en un joven que solía ir a los bailes vestido de mujer y seducía a los muchachos. Luego, fingiendo tener la menstruación, los inducía a practicar el sexo oral. Me dijeron que de esta manera logró engañar a catorce hombres en una tarde.

Como en ninguna de las publicaciones sobre Antipatía sexual he encontrado alusión alguna a las relaciones sexuales de pederastas entre sí, me aventuro a comunicarle algo como conclusión: tan pronto como los individuos afectados de una sexualidad invertida se conocen entre sí, suelen contarse detalladamente sus experiencias, sus amores y sus seducciones, hasta donde lo permite la diferencia social entre ellos. En muy pocos casos se omite dicha práctica con los nuevos conocidos.

Entre ellos se llaman tías y en Viena hermanas. Dos prostitutas muy masculinas de Viena, que yo conocí por casualidad y que vivían una relación sexual muy perversa entre ellas, me contaron que entre las mujeres de dicha condición sexual se llaman tíos. Desde que fui consciente de mi instinto anormal he encontrado miles de personas así.

Prácticamente todas las grandes ciudades tienen algún lugar de encuentro para tales individuos, así como también un paseo. En las ciudades más pequeñas hay relativamente pocas tías, aunque en un pueblo pequeño de 2.300 habitantes encontré ocho y, en uno de 7.000, dieciocho de los que estuve absolutamente seguro. Para qué hablar de los que no sospeché. En mi propia ciudad, de 30.000 habitantes, conozco personalmente más de ciento veinte tías. La mayor parte de ellos, y yo en especial, poseemos la capacidad de saber de inmediato si son como nosotros o no, lo que, en la lengua de las tías, se llama entender. Mis amigos se asombran con frecuencia de la certeza de mis juicios. Hay individuos que son aparentemente muy masculinos y que yo reconozco a primera vista. Yo soy capaz de comportarme de una manera tan masculina, que en los círculos donde que he sido introducido por amigos, llegan a dudar de mi autenticidad; pero cuando estoy inspirado puedo actuar exactamente como una mujer.

Puesto que la mayoría de las tías no se lamentan en absoluto de su anormalidad (yo tampoco) y encontrarían triste cambiar de condición, y puesto que lo congénito, según mi propia experiencia, no puede ser alterado, nuestra única esperanza reside en la posibilidad de que cambien las leyes que la tipifican, de modo que sólo la violación o la comisión de una ofensa pública, cuando lleguen a ser probadas, sean punibles."
Read more

Caso 2: Exhibicionismo.

1

En la primavera de 1891, a las nueve en punto de noche, una dama en estado de gran agitación abordó a un policía que vigilaba el parque urbano de la población X. Explicó que se le había aparecido un hombre totalmente desnudo saliendo de la maleza, y que ella había salido corriendo llena de terror. El policía fue inmediatamente al lugar indicado y encontró a un hombre con el abdomen y los genitales al aire; aunque intentó huir, fue alcanzado y detenido.

Este afirmó que se había sentido excitado sexualmente a causa del alcohol y que había decidido visitar a una prostituta. Sin embargo, cuando estaba atravesando el parque, recordó que exhibir los genitales le proporcionaba mucho más placer que practicar el coito, lo cual hacía raramente y sólo cuando no había nada mejor.

Así que, después de quitarse la camisa, se escondió en la maleza y, cuando vio que se acercaban dos mujeres, les salió al paso con los genitales al aire. Al hacerlo sintió una agradable sensación de calor y la sangre se le subió a la cabeza.

El acusado trabajaba en una fábrica; su jefe afirmó que era una persona fiel, ahorrativa, sobria e inteligente.

B ya había sido multado en 1886 por haberse mostrado desnudo públicamente: una vez en pleno día y otra de noche, bajo la farola de una calle.

Tenía treinta y siete años de edad, estaba soltero, y su aspecto era peculiar a causa de los vestidos elegantes que llevaba y de sus maneras afectadas. Sus ojos tenían una expresión lánguida y neuropática; en su boca mostraba una sonrisa de satisfacción. Al parecer sus padres gozaban de buena salud, pero una tía paterna y otra materna sufrían de locura. El resto de sus parientes estaban considerados como religiosamente excéntricos.

No había padecido ninguna enfermedad grave. Desde niño fue excéntrico e imaginativo. Le gustaban las novelas de caballeros andantes y de aventuras; se sentía totalmente absorbido por ellas e incluso llegaba a identificarse con los protagonistas. Siempre se consideró a sí mismo mejor que los demás y le gustaban mucho los adornos y los trajes elegantes. Cuando salía de paseo los domingos se imaginaba que era un distinguido funcionario.

B nunca mostró síntomas epilépticos. En su juventud practicó la masturbación de forma moderada; luego, el coito, también de forma moderada. Nunca antes había sentido impulsos o sentimientos sexuales perversos. Llevaba una vida retirada: leía mucho en sus horas de ocio (novelas populares, historias, epopeyas y obras de Alejandro Dumas, entre otras). No bebía demasiado: de vez en cuando se preparaba un ponche, y eso siempre lo excitaba sexualmente.

Durante algunos años, con la marcada disminución de la libido que le sobrevenía después de dichas indulgencias alcohólicas, había desarrollado el detestable deseo de exhibir públicamente sus genitales a la mirada de las mujeres.

Cuando caía en este estado sentía una sensación de calor, el corazón le latía con violencia, la sangre se le agolpaba en la cabeza y le resultaba imposible resistirse al impulso. En estas ocasiones no oía ni veía nada más, absorto por completo en la lujuria. Una vez cometido el acto, solía echarse las manos a la cabeza y resolvía firmemente no volver a hacerlo jamás, pero aquellas estúpidas ideas siempre acababan por regresar.

Al exhibirse, el pene sólo alcanzaba una erección media y nunca llegaba a eyacular; incluso en el coito tardaba demasiado. Al exhibirse le bastaba para sentírse satisfecho con mostrar los genitales; pensaba que esta visión debía de ser muy agradable para las mujeres, puesto que a él le gustaba mucho ver los genitales femeninos. Sólo era capaz de copular cuando la mujer se mostraba atraída hacia él; sin dicha atracción prefería más bien pagar e irse sin hacer nada. En sus sueños se exhibía a mujeres jóvenes y sensuales.

El diagnóstico médico-legal reconoció un carácter psicopático hereditario en el acusado y el deseo impulsivo perverso de cometer este tipo de actos incriminatorios. Además, señaló el notable hecho de que B, a pesar de ser generalmente era una persona sobria y normal, sentía periódicamente el impulso de abusar del alcohol, lo cual le forzaba a estos actos anormales. Durante sus ataques, B se se veía inmerso en un estado psíquico excepcional, en una especie de turbación mental, totalmente absorbido en su perversa fantasía sexual, como mostraban claramente los hechos del caso. Esto explicaba que sólo hubiera sido consciente de que se acercaba la policía cuando ya era demasiado tarde para tratar de escapar.

En este exhibicionismo impulsivo, hereditario y degenerado, resulta interesante observar cómo era el alcohol el que despertaba de su latencia el impulso sexual perverso.
Read more

9 CASOS DE PSICOPATÌA SEXUALES DESCRITAS EN EL LIBRO DE Richard Freiherr Von Krafft-Ebing , HOY ; NINFOMANIA

2

La señora V fue adicta a los hombres desde su juventud. Se trataba de una mujer con antecedentes familiares normales, de cultura elevada, buen carácter, muy modesta y que se ruborizaba con suma facilidad, aunque siempre fue el terror de la familia: cada vez que se encontraba a solas con un hombre, sin importarle si era niño o anciano, guapo o feo, lo desnudaba y lo animaba a satisfacer su lujuria con vehemencia.

Recurrió al matrimonio con la esperanza de curarse, pero aunque amaba mucho a su marido, no era capaz de controlarse cuando estaba sola con un hombre; ya fuera un invitado o un trabajador de la casa, les exigía que copulasen con ella.

Nada logró curarla de dicho trastorno. Incluso de anciana siguió siendo ninfómana. En cierta ocasión trató de violar a un niño de doce años al que se había llevado a la alcoba. El muchacho logró escapar y su hermano le dio a ella una soberana paliza, pero todo fue en vano.

La enviaron a un convento, y allí fue un modelo intachable de buena conducta, sin cometer ninguna indiscreción. Pero en cuanto regresó a casa reanudó sus prácticas perversas. Entonces la familia le dio una pequeña asignación económica y le pidió que se fuera lejos. Se puso a trabajar duro con objeto de ganar el dinero que necesitaba para comprar amantes.

Cualquiera que viera a aquella señora pulcra y apuesta de sesenta y cinco años de edad, con sus modales modestos y su disposición extraordinariamente amable, jamás hubiera podido sospechar con cuanto atrevimiento necesitaba aún satisfacer sus impulsos sexuales.

Finalmente, la señora V fue internada en un manicomio, donde vivió hasta mayo de 1858, fecha en que murió, a la edad de setenta y tres años, de una apoplejía cerebral. Su comportamiento en el manicomio era irreprochable mientras estaba bajo vigilancia; pero en cuanto se descuidaban, ella aprovechaba cualquier oportunidad, como en sus viejos tiempos, y esto ocurrió hasta pocos días antes de su muerte. No se detectaron en ella otros signos de anomalía mental.
Read more

THE SISTERS OF MERCY EN EL TEATRO - RIVADAVIA 7800, FLORES

2
Llega por primera vez a la Argentina la leyenda de la música oscura, THE SISTERS OF MERCY. La banda que marcó la música de más de una década dará un único show en Buenos Aires, el miércoles 2 de Julio en El Teatro - Rivadavia 7800, Flores.
Precios y costo por servicio

PRECIO ANTICIPADAS
UBICACIÓN

PRECIO
GENERAL $150 + 15* = $165
Read more

Psychopathia sexualis

1
El Dr Richard Freiherr Von Krafft-Ebing (1840-1902) (Feiherr es un título, algo así como Barón), un médico y neurólogo alemán, publicó (entre otros 25 libros sobre Medicina) en 1886 el que se convertiría en un clásico sobre las “perversiones sexuales”, que dio forma a, y aún hoy influencia, la posición de la psicología acerca de las sexualidades alternativas. El libro, “La psicopatía sexual, un estudio médico-forense” trataba principalmente de la homosexualidad, que era su mayor interés, pero tenía casos de fetichismo, bestialismo, y otros, entre ellos los que nos interesan a nosotros, sadismo y masoquismo. Todos estos términos se hicieron conocidos por este trabajo, aunque "sadismo" se había usado antes en Francia y Alemania . Infortunadamente, para él todos ellos eran “perversiones”, lo que nos marcó desde entonces. (En realidad, el término masoquismo fue publicado en un pequeño libro de Krafft-Ebing en 1890, para ser incorporado a la quinta o sexta edición de “Psicopatía”)

Para Krafft-Ebing, el sadismo consistía en

“Experimentar sensaciones sexuales placenteras (incluido el orgasmo) producidas por actos de crueldad, castigos físicos inflingidos en la persona de uno o vistos en otros, sean esto animales o humanos. Puede también consistir en el deseo innato de humillar, lastimar, herir y aún destruir otros para proporcionarse placer”

y el masoquismo:

“es lo opuesto al sadismo”... “Es una perversión de la vita sexualis física en la que el individuo afectado, en sentimiento sexual y pensamiento, es controlado por la idea de ser completa e incondicionalmente sujeto a la voluntad de una persona del sexo opuesto; de ser tratado por esta persona como por un amo, humillado y abusado”


Krafft-Ebing consideraba que el hombre tenía una agresividad “natural”, para conquistar la “natural” pasividad de las mujeres. Así que es natural para los hombres ser algo sádicos, y para las mujeres ser algo masoquistas. La sexología médica debía establecer el límite entre lo que es “natural” y lo que es “enfermo” (y, según veremos, consideraba “enfermo” que las mujeres disfrutaran con fantasías masoquistas)


Pero sí entendió correctamente que el sadismo y el masoquismo eran acerca de sumisión, no de dolor, y que eran innatos Esto último fue luego "corregido" par sus seguidores, que decidieron que si alguien no recordaba haber sido azotado o haber visto azotar a alguien era porque probablemente había "reprimido" esos recuerdos.

Publicaremos dos casos de mujeres masoquistas con los que seguramente nos podremos identificar.

De paso, ninguna de ambas fue azotada de niña (una estuvo sobre las rodillas como diversión, la otra dice explícitamente que no fue azotada), lo que tantos creen que es la razón por la cual la gente disfruta siendo azotada, y ninguna pensó que sus fantasías eran sexuales. Ni siquiera las relacionaron principalmente con hombres, y no eran lesbianas (lo que Krafft-Ebing hubiera notado rápidamente). “No entendía que estas manifestaciones eran de naturaleza sexual”, dice de una de ellas. ¿Quizás porque no lo eran?

Caso 84

"Miss X, veintiún años de edad. Se consideraba físicamente sana, pero periódicamente insana, es decir cuando era atormentada por las fantasías que describía de esta manera:

Desde su más temprana juventud tenía fantasías de ser azotada. Simplemente se deleitaba con estas ideas, y tenía el deseo más intenso de ser castigada severamente con una caña de rattan.

Este deseo, según ella, se originaba en el hecho de que a los cinco años un amigo de su padre la puso por diversión sobre sus rodillas y simuló golpearla. Desde entonces deseaba la oportunidad de ser azotada con la caña, pero, lamentablemente, sus deseos nunca se realizaron. En estos períodos se imaginaba a sí misma como absolutamente indefensa y atada. La mera mención de las palabras “caña de rattan” y “azotar” le causaban intensa excitación. Sólo en los dos últimos años ha asociado esta idea con el sexo masculino. Antes sólo pensaba en una severa directora de escuela o simplemente una mano.

Ahora deseaba ser la esclava del hombre que amaba; besaría sus pies si tan sólo la azotara.

No entendía que estas manifestaciones eran de naturaleza sexual.

Unas pocas citas de sus cartas son características para mostrar el carácter masoquista de éste caso:
“En años anteriores contemplé seriamente la posibilidad de ir a un asilo de lunáticos cada vez que estas ideas me preocupaban. Llegué a esta idea leyendo acerca de como el director de un asilo de insanos sacó a una mujer de la cama tirando de su cabello y le pegó con una caña y una fusta de montar. Deseaba ser tratada de tal manera en uno de esos institutos, y desde entonces he asociado mis ideas con el sexo masculino. Prefería pensar, sin embargo, que las que me golpeaban sin piedad eran guardianas brutales y sin educación.”

“Echada ante él (en la fantasía), pone un pie en mi cuello mientras le beso el otro. Me deleito en la idea de ser azotada por él. Pero esto cambia a menudo, y fantaseo con diferentes escenas en las cuales me pega. A veces tomo los golpes como tantas muestras de amor – al principio es extremadamente bondadoso y tierno, y entonces en un exceso de amor, me pega. Fantaseo que azotarme por amor le da el mayor de los placeres. A menudo he soñado que soy su esclava – pero, adviértanlo, ¡no una mujer esclava! Por ejemplo, he imaginado que él era Robinson y yo el salvaje que lo servía. A menudo miro dibujos en los cuales Robinson pone su pie en el cuello del salvaje. Ahora encuentro una explicación a esas extrañas fantasías: veo a las mujeres en general como bajas, muy por debajo del hombre; pero yo soy de otra manera, extremadamente orgullosa y bastante indominable, de donde surge que pienso como un hombre (que es por naturaleza orgulloso y superior). Esto hace que mi humillación delante del hombre que amo sea más intensa. También he fantaseado ser su esclava mujer, pero esto no es suficiente, porque después de todo cualquier mujer puede ser la esclava de su esposo”


El caso 84 nunca menciona que podría disfrutar del dolor, pero necesita ser dominada: “se imaginaba a si misma como absolutamente indefensa y amarrada”, “pone un pie en mi cuello mientras le beso el otro”, “mi humillación delante del hombre que amo”. Fantasea con escenas, como muchos de nosotros. Y no es una sumisa. Piensa de ella misma que es “extremadamente orgullosa y bastante indominable”, “Pienso como un hombre”, dice. Parece ser una característica de muchos masoquistas ser dominantes en la vida real, y creemos que parte de la emoción de jugar al sumiso es, para alguien que está mayormente en control, perderlo por un tiempo. Esto explicaría por qué tantos hombres, a quienes se les requiere ser dominantes en nuestra sociedad, disfrutan jugando con dominatrices. (Y, de paso, Caso 84 no es justamente una feminista).

El segundo caso no es tan interesante, pero redondea nuestro razonamiento:


Caso 85

"La señorita de X, de 35 años. La paciente dice:
“A los siete u ocho años de edad tuve el deseo de ser azotada. Como nunca fui azotada, ni nunca nadie fue castigado de esta manera en mi presencia, no puedo entender como llegué a tener tan extraño deseo. Sólo puedo pensar que es innato.

Con estas ideas de ser azotado tenía un sentimiento real de deleite, y fantaseaba acerca de lo bueno que sería ser azotada por una de mis amigas. Nunca tuve ningún pensamiento de ser azotada por un hombre. Me deleitaba en la idea, y nunca intenté ninguna realización real de mis fantasías, que desaparecieron cerca de los 10 años de edad. Sólo al leer de las “Confesiones” de Rousseau a los treinta y cinco años, entendí lo que significaban mis deseos, y que mis ideas anormales eran como las de Rousseau”


Dice: “no puedo entender como llegué a tener tan extraño deseo. Sólo puedo pensar que es innato” y no podríamos estar más de acuerdo...



Read more

Marvel Zombie

0
Es una miniserie de cómic, publicada por Marvel Comics en 2005. La serie se sitúa en una versión alternativa del Universo Marvel (con diferencias tales como el Capitán América, o las versiones de personajes como Luke Cage, que usan sus trajes de los años 60 o 70), donde casi todos los superhéroes y supervillanos se han convertido en zombies o en el alimento de éstos. La serie fue escrita por Robert Kirkman e ilustrada por Sean Phillips, con portadas de Arthur Suydam, y es una continuación de los eventos de una historia de Ultimate Fantastic Four creada por Mark Millar, dando pie a una protosecuela, a numerosas miniseries y varias menciones en otros títulos de Marvel.


Historia

Estas versiones en forma de muertos vivientes aparecen por primera vez en la saga Cruce (Ultimate Fantastic Four 21 a 23 USA), en la que se explica cómo los personajes de Marvel Cómics se han convertido en zombies en esta dimensión alternativa.

Ultimate Fantastic Four 21 a 23

Reed, recibe una transmisión suya de otra dimensión, por lo que este se interesa en encontrarse con su otro yo, por eso, en secreto, fabricó una puerta interdimensional para pasar a esa dimensión. Cuando Reed arriva al edificio Baxter de la otra dimensión se da con la sorpresa que toda la ciudad está destruida y que no hay signos de vida.

Comienza a recorrer las calles desiertas hasta que se cruza con los 4 Fantásticos de esa dimensión convertidos en zombies, dándose cuenta que todo fue un engaño, en este mundo nuevo también existen los héroes de la Tierra en la que habitan los 4 Fantásticos, pero estos héroes, al igual que este grupo han sido infectados por un virus alienígena que los ha transformado en zombies hambrientos de carne humana, alimentándose del resto de la población.

Cuando el Reed zombie se disponía a devorar al otro Reed, este último logra escaparse y logra refugiarse pero es encontrado por Spider Man y otros héroes zombies, por suerte aparece Magneto (que no estaba contagiado)y con su ayuda logran salvarse.

Aprovechando el pánico causado, Magneto conduce a Reed a su refugio en donde estaba una policía, un padre y su hija. Magneto se da cuenta del engaño, ahora los zombies podrían trasladarse a otras dimensiones y destruir poblaciones enteras. Planean regresar al edificio baxter, trasladarse a la otra dimensión sanos y salvos y destruir el portal.

En esos momento, en la dimensión ultimate, Sue, Jhonny y Ben buscan en su laboratio a Redd ya que este no había salido de su laboratorio por un buen tiempo, pero se llevaron una gran sorpresa al ver a sus contrapartes zombies tratando de devorarlos. A pesar de ello los 4 Fantasticos Ultimate logran escapar y luego ponen a sus contrapartes zombies en una camara especial para que no sean una amenaza para nadie, por el momento.

De vuelta a la dimensión zombie, Redd camuflado entre las calles destruidas busca provisiones para llevar pero no se percato que Wolverine olía su presencia, debido a su olfato agudo los zombies logran ubicar el escondite y buscan a toda costa devorar a todos ellos, los sobrevivientes salen rápidamente dirigiéndose al edificio baxter pero la horda de zombies los acorrala cuando parecía todo perdido aparecen Sue, Jhonny y Ben, los cuales habían cruzado el portal para a ayudar a Reed; con su ayuda ponen fuera de lugar momentáneamente a los zombies.

Todos juntos llegan al edificio y se ubican en el portal para que los transporte pero Magneto se separa y les dice que solo ellos pueden irse, Reed le dice que no haga eso pero Magneto le responde que alguien tiene que destruir el dispositivo cuando se marchen y que su tarea de aniquilar a los zombies aún no termina. Gracias a ese sacrificio todos llegan sanos y salvos.

Read more

Mapa

Blogs

Contador de visitas

free counters

Desde que bosque nos visitan

Banners y premios otorgados

LES FLEURS DU MAL



Toda La Mejor Ropa Gotica, Medieval, Victoriana y Gothic Lolita, Para Lucir La Oscuridad En Tu Cuerpo









LACRIMOSA CLAMOR
Lacrimosaclamor


 http://luciferirium.blogspot.com


Doom metal

Powered by BannerFans.com

SOPOR AETERNUS AND THE ENSENBLE OF SHADOWS



HdCr*Gthk





Powered by BannerFans.com








CEM



DARK MILITIA (MI BLOG DE DESCARGAS)


Create your own banner at mybannermaker.com!


Create your own banner at mybannermaker.com!
Make your own banner at MyBannerMaker.com!
Auschwitz
Make your own banner at MyBannerMaker.com!




Metal For Your Head!!

Love, Pain & Fear, Gothic Net
Metal For Your Head!!


Future Is Lost


 Malizia_666



textoalternativo
Feuer Stolzes
Create your own banner at mybannermaker.com!
Make your own banner at MyBannerMaker.com!

 My Dark Hell


enlo-preludio.blogspot.com




Dark Evil Metal Blog




..::Schakal::.. Blogsite Paraguay












GRACIAS "ALMA Y ARMA, HARDCORE GOTHIC, DAMNATION MEMORAE, VOLVER A LA MAGIA Y A MI A MIGO DESCENCIO" POR ESTOS PREMIOS OTORGADOS.









Image Hosted by ImageShack.us

Image Hosted by ImageShack.us

Image Hosted by ImageShack.us


Bandas y Páginas recomendadas


Ancestrum: Pagan black metal desde Mar del Plata.
Ancestrum | Official Myspace


INVISVN: Black Metal desde Buenos Aires.



OV HELL Black Metal desde Noruega



SATANSPACE - PÁGINA CON CONTENIDO OSCURO.
Satanic MySpace Pictures


Comunidad Argentina dedicada a ANABANTHA
Comunidad de AnabanthaAnabantha


SOPOR AETERNUS AND THE ENSENBLE OF SHADOW










  © Blogger template 'Grease' by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP